Un día, mientras huía del llanto, no sé aún como, caí en una jaula de fieras. Temiéndome lo peor, esperando mi hora final, uno de los felinos se me acercó y posando sus fauces sobre mi oreja me susurró el secreto de la vida...y, desde entonces, soy una fiera.

martes, 25 de mayo de 2010

Viento

Me encontraba en las ruinas secretas de mi jardín, tomando el té junto a las perlas, como una muestra intocable, el último resquicio de belleza entre tanta barbarie.
Fue entonces cuando el viento cambió y destrozó mis rosas salvajes embriagando el lugar con una lluvia de pétalos blancos que acabaron por mancharse.
Cogí un par entre mis manos con impaciencia, aunque no sin una breve lástima.
Corrí, corrí y corrí hasta la bacanal del escenario, fuera del jardín.
Entre un mar de atrezzo y topacios, y brillantes ménades de cartón, torné escarlata.
Cogí todas las mascaradas de vidrio del espectáculo y las rompí, pues no son de porcelana, a mi séquito lo devoré, y a lo que restaba lo enterré. Era necesario un sacrificio para realizar la invocación.
Mis alas volvieron, las abrí, grité al viento y llamé al aire. Aunque no como siempre. Esta vez he cortado todas las cadenas, esta vez quiero que venga el ciclón, el huracán. Que sople, que me eleve, que me destroce, que me agite hasta perder todo mi plumaje y me suelte propinando zarpazos y carcajadas. Que me muestre por un momento tal cual soy antes del siguiente espectáculo. Como lo que siempre he sido pero que tiendo a olvidar. Esa sensación tan pura que me llama cuando el viento cambia, verdadera esencia natural. Mataré todas las raíces esta vez. Yo no soy árbol ni tierra, soy agua. Me engañaron, aparentemente me hice el engañado, cuestión de supervivencia, pero me creí mi papel, me dejé engañar. No hay maldad, ni culpables, pero eso no cambia el hecho de que soy agua, me hielo, me evaporo y cuando me precipito o me agito puedo destruirlo todo y ser a la vez fuente de vida. Inabarcable con las manos, indoblegable, indominable.
Agua, siempre en movimiento, siempre cambiante, ése soy yo.
Ya ansío subirme a mi nuevo escenario.

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