Un día, mientras huía del llanto, no sé aún como, caí en una jaula de fieras. Temiéndome lo peor, esperando mi hora final, uno de los felinos se me acercó y posando sus fauces sobre mi oreja me susurró el secreto de la vida...y, desde entonces, soy una fiera.

miércoles, 28 de abril de 2010

Feria


Bobidi bobidi voo olé...un mini volando hacia nubes de lunares
Bubadaduva trulá triana triana chanchitos espaciales nadando en manzanillas
Bebedederi nerededi malú coló especiá rubios majos pero locos que nos abandonan en velas con forma de números...
¿Y el gnomo??? Onde tá??? Patinando en una crema de niña friki-tonta.

Y farolitos, carpas circenses de rayas, rídiculos y miniprostitutas, actividades elegantes de piscina, hermanos parlanchines, frases alemanas que no se pueden decir en una caseta, paradores recordados demasiado tarde, primeras, segundas, terceras y cuartas con pelvis que se mueven demasiado y descienden hasta abajo, twist en un camino de caballos, una corbata inamovible y una flor verde, Eddy y Pats vestidas de flamencas, niños gordos fuera de jaulas de charol negro, avispas agonizando en la piscina, filipinos que no entienden nuestro idioma, niñas con atracción por los adoquines y mucho té.

¿Me dejo algo? Entonces es que la maleta era demasiado pequeña para meter algo más que esa vergüenza que nunca uso porque pesa demasiado.

1 comentario:

  1. ni que decir que... te dejas mil cosas... entre ellas mi dignidad.
    GRAN FERIA!!!!!!!

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