Es tiempo de grandes desánimos...¿Cómo se produjo esta situación?
Grandes lluvias asediaron sabana que, vencida, se convirtió en un lupanar acuático.
Un nuevo dios entronizado resopla por sus branquias.
Las pirañas, sus fieles vasallos, despedazan a las presas con sus dientes acerados...
Son turba. Desorden. Un caos que lo yerma todo.
¿Dónde quedó el acecho?¿Dónde la estrategia?¿Dónde el arte?
Resultados, resultados, resultados...es la nueva y única ley.
Lo impregna todo de vulgaridad con su impronta soez.
Más aún hay predadores a los que la musa importa.
Alcémonos sobre las aguas, con todo lo que conlleva.
Volveré a caminar sobre el borde del desfiladero, siempre a un milímetro del abismo,
siempre a punto de caer.
Donde siempre estuve, donde siempre quise estar, donde por siempre...estaré.
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